Desgranando palabras

Marco Girón, mi nombre no dice mucho pero si mi corazón cuando va desgranando palabras que salen desde el fondo.

De origen maya, hablante de maya tzeltal desde niño estuve envuelto de palabras sabias de mi abuelo, es por ello que me fascina estar entre la naturaleza, entre la milpa rodearme de colores con diferentes tonalidades, aquellos paisajes verdeoscuros llenan mi alma de gran pasión por las cosas que suceden en la vida, la verdadera sabiduría de la madre tierra están presentes en cada momento de mi existencia.

Nací en un lugar llamado la Cañanda grande que pertenece a una de las comunidades maya tzeltal del estado de Chiapas, México. Tengo 25 años y me fascina hacer de la fotografía un arte, la mejor compañera que tengo es mi cámara fotográfica, la única que no me traiciona, la única que me hace feliz.

Marco Girón

Mono Blanco en el 1er festival de las culturas en San Cristóbal

La tarde comenzaba su fin, el sol dejaba sus últimos rayos sobre Jovel, la plazuela lucía con muy poca gente, los tonos del atardecer comenzaban a presentarse, la hora ideal para tomar una buena foto.

Todos esperábamos la presentación de aquel grupo veracruzano que toca música jarocha y una fusión con acordes afroamericanos y caribeños. La noche comenzó con la presentación de la música "Yo soy Chiapas" del video promocional que lleva el mismo nombre. La gente seguía llegando y cada vez más se veía la plazuela de la catedral llenándose de personas que se acomodaban donde podían, las sillas eran ocupadas por personas que llegaron antes a ocupar el lugar, algunas tantas más estábamos en la famosa cruz que esté frente a la catedral. El presentador dice "Bienvenidos todas y todos al 1er. Festival de las culturas, festival impulsado por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes y el H. Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas", a lo que los presentes comenzáron a abuchear en cuanto escucharon H. Ayuntamiento de...
Bueno eso es otro asunto. Llegaba a escena el grupo de Guadalajara llamado Consentido Flamenco. "Estábamos allá abajo temblando de frío y de nervios, pero vemos que éste es un pueblo mágico y cálido" exclamó uno de los integrantes de la agrupación. Tocaron algunos temas que en algunos salía a bailar Teresa de León con un flamenco no muy ejnundioso.

La noche avanzaba, mientras todos o mejor dicho, la mayoría esperábamos ansiosos la aparición de Mono Blanco, con algunos temas más por fin se retiraban del escenario estos talentosos muchahos.

La hora había llegado...

Con el son jarocho cargando en la espalda, vienen desde las montañas de los tuxtlas y con el propósito de reinvindicar el son de esas tierras el grupo llamado Mono blanco Fundado en 1977 por Don Arcadio Hidalgo.

El grupo Mono Blanco toca son jarocho, son de veracruz pero también se han dedicado a hacer música original muy propio, algo alternativo en cuanto a música utilizando la fusión de varios ritmos como una nueva forma de expresión musical. Actualmente están promocionando su nuevo material discográfico llamado Matanga, es un disco que tiene como invitados a músicos de Trinadad y Tobago, Islas Vírgenes y Corpus Cristi. Es una música que tiene esencia para el baile con bases de son jarocho, de reggae y algo de son caribeño, porque Veracruz es también parte del Caribe mexicano.

Gilberto Gutiérrez líder del grupo recalca que en este disco participan los músicos de la Cofradía de San Antonio y están como invitados que traen su aportación musical de su vagaje cultural o del instrumento que ellos tocan, por ello el producto discográfico se llama Matanga, Mono Blanco y la Cofradía de San Antonio.

Tocaron la mayoría de los temas del disco como Malhaya, El Ahualulco, El cuarto de Tula/Candela, El Chuchumbé,Morir de amor, Se acaba el mundo y algunos otros de los demás materiales discográficos.

Hilos brocados

Es verano del 99 y un nuevo sueño para Santiago surge de repente una mañana de julio después de haber superado la roptura de su primera relación, no era nada serio pero estaba al fin conociendo aquello que los normales llaman desamor.

Acaba de terminar la secundaria y se propuso ir a estudiar a otro lado, olvidando las cosas negativas que le dio la vida en aquel lugar, claro, sólo quería olvidar eso, más no las cosas positivas, su familia y amigos. Tomó sus maletas y comenzó el viaje hacia lugares y cosas desconocidas que siempre enfrentaba con timidéz. Llegó a la gran ciudad se instaló y comenzó a observar aquel lugar desconocido, formas de vida desconocidas y un lenguaje nuevo para él, entonces se dio cuenta parcialmente a que se estaba enfrentando, a la vida citadina en donde no se presentarían más las pláticas con el viento, carreras con los animales, risas en el campo ni mucho menos la esencia fresca de las mañanas acompañadas con acordes de la gran diversidad de aves que conviven con la madre tierra. Comenzó a extrañar estas y otras cosas que ya no podrá volver a vivir con plenitud pero sabía también que era un sacrificio, nada mas se quería preparar para poder enfrentar su vida futura.

Santiago, se inscribió en una escuela preparatoria en donde el choque cultural se le presentó más de cerca. El primer día de clases, se sentía aislado no tenía comunicación con nadie, lo ignoraban y casi siempre se burlaban de él por su aspecto físico o por su forma de hablar, pero le daba igual no le daba pena o se sintia excluido por esas actitudes, más bien estaba conociendo a las personas, estaba buscando amigos tan extraños con él.

Conoció a sus maestros y se llevó muy bien con Panchito, el profesor de matemáticas, que siempre entre cada ecuación hacía reír a la clase con sus chistes y bromas. Una mañana, Santiago llegaba a la escuela muy temprano y llevaba puesta una sudadera verde del equipo de los empacadores de Green Bay y justamente decía con letras amarillas "Green Bay 4", a medio día en la clase de matemáticas, el Panchito se le ocurre decir "grin güey" y todos comenzaron a reirse, todos incluso a Santiago le pegó un ataque de risa. Sus amigos le comenzaron a decir el güey verde o cosas por el estilo.

Santiago ya se sentía a gusto en su nuevo hogar, con sus nuevos amigos. Siempre pensaba que a sus 15 años no caería en el enamoramiento, se burlaba de aquellos que se la pasaban pensando en algún detalle para la novia, canciones, rosas, poemas, lo cursi era para él algo realmente chistoso y jamás se imaginaba hacer esas cosas por un amor, así terminaba el primer semestre, los primeros seis meses en la ciudad...