viernes, enero 08, 2010

Sos vos

Siguió a sus pies, los mismos que lo llevaron por el sendero que lo amarraba a lo atávico, dándose a la tarea del buen caminante, destejiendo los días como guijarros dejados por otros que la tradición cuidaban.

Siguió a sus pies pero esta vez no para atravesar senderos hacia fuera, hacia las montañas, las piedras y las estrellas, los siguió en un largo viaje en busca de un universo de agua y luz, de viento y tierra, el universo que habitaba dentro de sí mismo. Y lo halló bueno, colmado de arco iris y de surcos sembrados con cogollitos que prometían frutos.

Y así por fin pudo ver su rostro, diáfano como nunca, en la laguna de su corazón...

Frío

Comencé a sentir mis piés llenarse de un viento local, luego poco a poco ese viento fue expandiéndose muy lentamente el frío tocó mi piel...

Por la madrugada en aquel silencio, en la oscuridad, donde el sentido del oído se agudiza, mi pensamiento empezó a temblar, poco a poco, muy lentamente el frío tocaba mis piés, subía lentamente hacia mis rodillas y fue en ese instante cuando sentía mi cuerpo estremecer, el miedo se presentaba nuevamente a mi vida, aquel personaje cobarde que se asoma por las rendijas del corazón obscuro. El frío por fin tocó mi corazón desconectándose de todo, pero pude ver todas las cosas buenas que me han pasado en la vida, todo aquello que me describe como persona y ser humano, pude ver aquellos momentos felices...