jueves, abril 28, 2011

VIA CRUCIS DE TENEJAPA, INICIATIVA DE JÓVENES

VIA CRUCIS DE TENEJAPA, INICIATIVA DE JÓVENES

- Los asistentes olvidan sus diferencias para dar paso a la fe


Más de 30 personas, en su mayoría jóvenes se encargaron de dar vida una vez más al Via crucis en Tenejapa, Chiapas, un pueblo donde se fusionan las tradiciones indígenas con las mestizas, con un mismo fin: la fe.


El inicio de estas actividades lo marcó el Domingo de ramos; posteriormente se llevó a cabo la representación de la última cena, la oración del huerto y la aprensión de Jesús, todo lo anterior tuvo como escenario una de las partes altas del lugar, el templo de la Santa Cruz.


El día con actividades más intensas fue el Viernes santo, cuando Jesús es juzgado y azotado para posteriormente iniciar el Via crucis por las principales calles del pueblo. La cruz, que rebasa en altura a quien representó a Jesús, se entregó en una de las esquinas del lugar y después reposó sobre los hombros del nazareno.


Cada pasó era un gran castigo, el sol no se hizo esperar; el tambor que encabezó el Via crucis se escuchó en todo el trayecto, era un tono lúgubre, pausado, el sonido que anunciaba la muerte. Mientras tanto los soldados continuaban con el martirio, a unos costados la gente solo observaba, algunos seguían el contingente, otros más volvían a sus casas.


Muy cerca de la representación de la pasión de Cristo se observaban los colores de la ropa tradicional de Tenejapa, un municipio tseltal, que a la vez se mezclaba con la ropa de los mestizos, en ese momento no había distinciones, era tan solo el duelo el que se hacía sentir, sin importar raza o lengua.


Los rostros mostraban dolor e incluso no faltó quien fuera de lo planeado se acercó para ayudar a Jesús a cargar la cruz; el sudor y la sangre estaba ya en el rostro de Jesús, se acercaba el final: una pendiente separaba al nazareno de su muerte.


Al llegar al templo de la Santa Cruz el clima cambió, las nubes obscuras llenaron el cielo, cayeron unas cuantas gotas amenzantes, y a lo lejos se escuchaban truenos que estremecieron a los asistentes, pero la lluvia no llegó. Los soldados lograron su cometido y después de unos minutos Jesús estaba en la cruz.


Al término de la representación David Bautista Bautista, quien tuvo el papel de Jesús, comentó que esta actividad se logró con mucho esfuerzo ya que no cuentan con recursos suficientes, a pesar de esto dijo que ellos se esforzaron por continuar la tradición, misma que anteriormente había sido suspendida.


Aún con signos de cansancio David compartió su alegría por ver a tantos jóvenes interesados en ser parte del Via crucis, de hecho son ellos los que ahora dan vida a la actividad cuyo objetivo es mostrar el dolor de Jesús, quien dio su vida por nosotros, para darnos un mundo mejor, finalizó.


Saskia Hernández